Enfermedades de la piel más comunes entre los mexicanos

La distribución de la población en el mundo ha llevado a que, por medio de la evolución, la humanidad desarrolle diferentes tipos de piel o defensas de acuerdo a las exigencias que nuestros entornos nos reclaman. Una de las evidencias más notables a primera vista son los diferentes niveles de pigmentación que se exponen de acuerdo a la zona geográfica en la que se es nacido. Una persona nacida en Zimbabue, es más probable que tenga la piel más oscura que una persona nacida en Noruega, por ejemplo.

Lo mismo sucede con las enfermedades. De acuerdo a los diferentes factores medioambientales como las temperaturas, la radiación solar, la contaminación además de algunas predisposiciones genéticas y/o raciales, ciertas enfermedades suelen presentarse en mayor o menor medida en la población. En el caso de México, las tres enfermedades dermatológicas con mayor incidencia en sus habitantes según la Fundación Mexicana de Dermatología, son la dermatitis atópica, el acné y la alopecia.

Como claro ejemplo de la estrecha relación entre los factores medioambientales como facilitadores o detonantes de enfermedades, tenemos la dermatitis atópica que generalmente y con mayor frecuencia afecta a niños que viven en zonas con escasez de agua, siendo el primer síntoma la resequedad de la piel provocando comezón de intensidad leve a media. Esta enfermedad ataca mayormente a la población infantil y se manifiesta como una hipersensibilidad generalizada en la piel, focalizándose en las mejillas y el cuero cabelludo, migrando después a los pliegues del cuello, brazos y piernas.

Aunque la dermatitis atópica es más común en la población infantil, hoy en día se atienden cada vez más casos de la enfermedad en adultos. Esto debido a factores genéticos y ambientales que llegan a perpetuarla. Por último, la dermatitis atópica, además de los factores ambientales, tiene como origen fallos genéticos en los genes encargados de formar la sustancia que une las células a la epidermis así como en aquellos genes cuya labor es la respuesta inflamatoria. Otros causantes variados y menos frecuentes son el estrés, jabones o lociones y en mucho menor medida, reacciones alérgicas a algunos alimentos.

En el caso del acné, las estadísticas muestran que más del 25% de la población adolescente en México lo padece. Esta enfermedad inflamatoria de los folículos pilosebáceos se manifiesta por lo general como pequeñas erupciones o granitos en zonas específicas del cuerpo, pero sobre todo de la cara y existen diferentes tipos de acuerdo al origen del mismo así como de la edad a la que se presente.

Del mismo modo, el acné en su primera etapa aparece como “comedones” que pueden ser comedones abiertos o simples puntos negros o blancos. Después, las lesiones de intensidad media, se presentan como “pápulas” que son pequeños granitos rojos que llegan a evolucionar a “pústulas”, momento en que comenzarán a desarrollar puntos de pus blancos o amarillos. Como última etapa y a su vez la más grave, el acné se presenta como “nódulos” o “quistes” y se presentan como lesiones parecidas a las pápulas pero en mayor tamaño y profundidad. Esta última etapa del acné es más probable que deje cicatrices en el afectado.

Sus causas son varias. Van desde poca higiene en el rostro, como resultado de la etapa de la adolescencia donde se suele secretar más sebo, por taponamiento de los folículos pilosos por productos cosméticos, factores genéticos o bien, alguna alteración hormonal de importancia debido a la ingesta de algún tratamiento anticonceptivo, etc.

Por último, tenemos a la alopecia. Este padecimiento se hace presente, según estadísticas, en un 40% de los hombres que viven en México mientras que en el caso de las mujeres, el porcentaje es tan solo del 25%.

Se trata de un problema dermatológico en el cual se pierde una parte importante de la densidad capilar o bien, se pierde por completo. En términos más sencillos, la alopecia se refiere a la pérdida del cabello, ya sea parcial o totalmente. Si bien esta patología no afecta la salud física, sí puede llegar a afectar la estabilidad emocional al disminuir la autoestima por ser un problema totalmente estético y disminuir la calidad de vida.

Como causantes, tenemos factores como la dieta, el estrés, la anemia, enfermedades inmunológicas y alteraciones en la tiroides o medicamentos, aunque la principal causa de caída de cabello en la actualidad es el covid-19. Sin embargo, la causa más común es el factor hormonal, que da origen al tipo de alopecia conocida como “alopecia androgenética” y afecta tanto a hombres como mujeres. Como tratamiento a este tipo de alopecia en específico, es usualmente recomendado el minoxidil o la finasterida. En caso de no ser efectivo o tener una pérdida de la densidad capilar más importante, existe la opción quirúrgica conocida como trasplante capilar en el cual se traspasa cabello de la zona de la nuca al área afectada por la alopecia.

Ahora ya sabemos a qué enfermedades dermatológicas, como mexicanos, somos más propensos a padecer. Recuerda que cualquiera que sea tu patología, es muy importante consultar con un dermatólogo certificado antes de proceder con cualquier tratamiento para remediarlo y que siempre es mejor un tratamiento preventivo en lugar de sufrir cualquier tipo de enfermedad que pueda llegar a poner en riesgo nuestra salud no solo física sino mental.

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