Retinoides ¿qué son y para qué sirven?

Día con día la ciencia médica sigue avanzando en pro de brindar a la humanidad una mejor calidad de vida tanto en el aspecto de salud como en el estético. De esta manera, el ser humano ha logrado alargar la esperanza de vida hasta, en algunos casos, los cien años de edad. Entre estos avances tan importantes en la carrera científica, se encuentran los retinoides. Estas moléculas son, en primera instancia, derivados de la Vitamina A utilizados en dermatología gracias a los grandes beneficios que traen para nuestra piel.

Aunque desde su descubrimiento e introducción a la dermatología en los años sesentas, se han descrito más de 2,500 retinoides, solo algunos de ellos cuentan con las propiedades necesarias para ser utilizados en la actualidad para el tratamiento de un espectro cada vez más amplio de enfermedades dermatológicas. Sin embargo, aún cuando la totalidad de ellos no son útiles por el momento para fines dermatológicos, ese pequeño número de retinoides utilizados por los especialistas, se han vuelto fármacos casi indispensables en la labor diaria de cuidar y embellecer la piel.

Su uso puede dividirse en dos grandes grupos: con fines estéticos y con fines médicos. Estos derivados de la Vitamina A, tienen como principales funciones actuar como antioxidantes y renovadores celulares puesto que su propia estructura les permite llegar a capas profundas de la piel. Su acción dentro de su uso con fines estéticos, es regenerar la piel gracias a que estimulan la producción de colágeno y ácido hialurónico. Como consecuencia, la aplicación tópica de retinoides así como su consumo vía oral, genera un efecto antiedad generalizado al reducir las arrugas, las líneas de expresión o incluso ayudando a unificar nuestro tono de piel dejándola suave y lisa.

Dentro de los retinoides mayormente utilizados con fines estéticos, por ejemplo, contamos con el retinol. Este derivado de la Vitamina A, es el activo cosmético más respaldado por estudios médicos y científicos que avalan su eficacia a la hora de atenuar o desaparecer cualquier signo de la edad en la piel y es muy buscado por grupos de la población que desean atenuar manchas o zonas del cuerpo que se han visto afectadas por una hiperpigmentación o acumulación anormal de melanina. Sin embargo, como siempre, es indispensable contactar al dermatólogo antes de adquirir cualquier producto con retinol u otra sustancia para evitar efectos secundarios. En este caso, su uso incorrecto puede llegar a irritar pieles sensibles y es fuertemente desaconsejado utilizarlo durante el embarazo y la lactancia materna.

Por otro lado, en el caso de su uso con fines médicos, los retinoides son utilizadas principalmente en el tratamiento del acné, psoriasis, hiperpigmentación y fotoenvejecimiento aunque también se han llegado a requerir en casos de verrugas planas, molusco contagioso, queratosis actínicas e incluso, en los últimos años se ha demostrado su efectividad en el tratamiento del cáncer de piel, cicatrización de heridas y alopecia androgenética.

Entre los derivados de la Vitamina A más socorridos en el ámbito profesional y médico, se encuentra la Tretinoína. Hasta hace poco tiempo este retinoide fue el único del que se echaba mano para solucionar ciertas enfermedades y a la fecha sigue siendo el que ha demostrado mejores resultados en el combate del fotoenvejecimiento y el cáncer de piel siendo aplicado de manera tópica. Por su lado, la Isotretinoína por vía oral es el fármaco más utilizado para el tratamiento del acné crónico y severo mientras que el adapaleno lo combate de manera tópica. Otros retinoides presentes en la dermatología médica son el Tazaroteno, buscado por su efectividad ante la psoriasis, la Alitretinoina para el sarcoma de Kaposi asociado al Sida y el Bexaroteno para el linfoma T cutáneo que no ha respondido a algún otro tratamiento.

Su aplicación tópica debe llevarse a cabo durante la noche, aplicando una fina capa del producto sobre las zonas afectadas, aunque su administración ya sea oral o tópica, es individualizada y debe estar siempre bajo un estricto seguimiento médico.

Aún cuando todos estos derivados de la Vitamina A cuentan con incontables beneficios para nuestra piel, pueden llegar a provocar efectos adversos por alguna cuestión de mala aplicación, uso excesivo o contraindicaciones. Por ejemplo, algunos de los problemas que se tienen registrados como reacciones adversas ante su aplicación son la irritación de la piel, eritema, descamación, dolor y calor local, sensación de quemazón, prurito, dermatitis de contacto o cambios en la coloración de la piel.

Por lo anterior, en Dermapp siempre aconsejamos fuertemente que se haga una consulta con expertos en dermatología debidamente certificados para atender cualquier patología presente en nuestra piel. Si presentas algún síntoma de problemas dermatológicos en general o simplemente quieres mejorar tu cutis, visita Dermapp y agenda tu cita. Uno de nuestros expertos en cuidado de la piel estará presente durante todo tu proceso guiándote debidamente.

En Dermapp cuidamos la salud de tu piel.